domingo, 28 de julio de 2013

Poesía de Antonio Machado

Poesía de Antonio Machado

Poesía de Antonio Machado
Antonio Machado  (Breve Biografía y Poesía)
 

Biografía de Antonio Machado
(1875-1939)

 Poeta y prosista español, perteneciente al movimiento literario conocido como generación del 98.
Probablemente sea el poeta de su época que más se lee todavía. Vida Nació en Sevilla y vivió luego
en Madrid, donde estudió. En 1893 publicó sus primeros escritos en prosa, mientras que sus primeros
poemas aparecieron en 1901. Viajó a París en 1899, ciudad que volvió a visitar en 1902, año en el que
conoció a Rubén Darío, del que será gran amigo durante toda su vida. En Madrid, por esas mismas
fechas conoció a Unamuno, Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez y otros destacados escritores con los
que mantuvo una estrecha amistad. Fue catedrático de Francés, y se casó con Leonor Izquierdo,
que morirá en 1912. En 1927 fue elegido miembro de la Real Academia Española de la lengua.
Durante los años veinte y treinta escribió teatro en compañía de su hermano, también poeta, Manuel,
estrenando varias obras entre las que destacan La Lola se va a los puertos, de 1929, y La duquesa
de Benamejí, de 1931. Cuando estalló la Guerra Civil española estaba en Madrid. Posteriormente
se trasladó a Valencia, y Barcelona, y en enero de 1939 se exilió al pueblo francés de Colliure,
donde murió en febrero
POESÍA
Poesía  de Antonio Machado
 
 
 
Pegasos,  lindos pegasos
Pegasos, lindos pegasos, caballitos de madera…
Yo conocí siendo niño, la alegría de dar vueltas sobre un corcel colorado, en una noche de fiesta.
En el aire polvoriento chispeaban las candelas, y la noche azul ardía toda sembrada de estrellas.
¡Alegrías infantiles  que cuestan una moneda  de cobre, lindos pegasos,  caballitos de madera!
 
Recuerdo infantil
Una tarde parda y fría  de invierno. Los colegiales  estudian. Monotonía  de lluvia tras los cristales.
Es la clase. En un cartel  se representa a Caín  fugitivo, y muerto Abel,  junto a una mancha carmín.
Con timbre sonoro y hueco  truena el maestro, un anciano  mal vestido, enjuto y seco,  que lleva un libro en la mano.
Y todo un coro infantil  va cantando la lección: “mil veces ciento, cien mil;  mil veces mil, un millón”.
Una tarde parda y fría  de invierno. Los colegiales  estudian. Monotonía  de la lluvia en los cristales.
Poesía  de Antonio Machado
 
 
 
Los sueños
El hada más hermosa ha sonreído  al ver la lumbre de una estrella pálida,  que en hilo suave, blanco y silencioso  se enrosca al huso de su rubia hermana.
Y vuelve a sonreír porque en su rueca  el hilo de los campos se enmaraña.  Tras la tenue cortina de la alcoba  está el jardín envuelto en luz dorada.
La cuna, casi en sombra. El niño duerme.  Dos hadas laboriosas lo acompañan,  hilando de los sueños los sutiles  copos en ruecas de marfil y plata.
Poesía  de Antonio Machado
Las moscas
Vosotras, las familiares, inevitables golosas,  vosotras, moscas vulgares, me evocáis todas las cosas.
¡Oh, viejas moscas voraces como abejas en abril,  viejas moscas pertinaces sobre mi calva infantil!  ¡Moscas del primer hastío, en el salón familiar,  las claras tardes de estío en que yo empecé a soñar!.
Y en la aborrecida escuela, raudas moscas divertidas,  perseguidas por amor de lo que vuela  -que todo es volar-, sonoras, rebotando en los cristales  en los días otoñales… Moscas de todas las horas,  de siempre… Moscas vulgares, de mi juventud dorada,  de esta segunda inocencia que da en no creer en nada,  de siempre… Moscas vulgares, que de puro familiares  no tendréis digno cantor: yo sé que os habéis posado  sobre el juguete encantado, sobre el librote cerrado,  sobre la carta de amor,  sobre los párpados yertos de los muertos.
Inevitables golosas, que ni labráis como abejas,  ni brilláis cual mariposas; pequeñitas, revoltosas,  vosotras, amigas viejas, me evocáis todas las cosas.
 
Poesía  de Antonio Machado
Los cantos de los niños
Yo escucho los cantos de viejas cadencias  que los niños cantan cuando en corro juegan  y vierten en coro sus almas, que suenan,  cual vierten sus aguas las fuentes de piedra:  con monotonías de risas eternas,  que no son alegres, con lágrimas viejas  que no son amargas y dicen tristezas,  tristezas de amores de antiguas leyendas.
En los labios niños, las canciones llevan  confusa la historia y clara la pena;  como clara el agua lleva su conseja  de viejos amores que nunca se cuentan.
Jugando, a la sombra de una plaza vieja,  los niños cantaban… La fuente de piedra vertía su eterno  cristal de leyenda.
Cantaban los niños canciones ingenuas,  de un algo que pasa y que nunca llega:  la historia confusa y clara la pena.
Seguía su cuento la fuente serena; borrada la historia, contaba la pena.
 
Poesía  de Antonio Machado
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Sol de invierno
Es mediodía. Un parque.  Invierno. Blancas sendas;  simétricos montículos  y ramas esqueléticas.
Bajo el invernadero,  naranjos en maceta,  y en su tonel, pintado  de verde, la palmera.
Un viejecillo dice  para su capa vieja: “¡El sol, esta hermosura  de sol…!” Los niños juegan.
El agua de la fuente  resbala, corre y sueña  lamiendo, casi muda,  la verdinosa piedra.
 
Poesía  de Antonio Machado
 
Poesía Cantares…
Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre el mar.
Nunca perseguí  la gloria, ni dejar en la memoria de los hombres mi canción; yo amo los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles, como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse de sol y grana, volar bajo el cielo azul, temblar súbitamente y quebrarse…
Nunca perseguí la gloria.
Caminante, son tus huellas el camino y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar.
Al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino sino estelas en la mar…
Hace algún tiempo en ese lugar donde hoy los bosques se visten de espinos se oyó la voz de un poeta gritar “Caminante no hay camino, se hace camino al andar…”
Golpe a golpe, verso a verso…
Murió el poeta lejos del hogar. Le cubre el polvo de un país vecino. Al alejarse le vieron llorar. “Caminante no hay camino, se hace camino al andar…”
Golpe a golpe, verso a verso…
Cuando el jilguero no puede cantar. Cuando el poeta es un peregrino, cuando de nada nos sirve rezar. “Caminante no hay camino, se hace camino al andar…”
Golpe a golpe, verso a verso.
 
Poesía  de Antonio Machado
 
 
Caminante no hay camino
Caminante, son las huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.
 
Poesía de Antonio Machado
 
Frases de Antonio Machado
Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre de labios de una mujer. Antonio Machado
Nadie debe asustarse de lo que piensa: porque todo ha de ser pensado por alguien, y el mayor desatino puede ser un punto de vista de lo real. Antonio Machado
Por mucho que un hombre valga, nunca tendrá valor más alto que el de ser hombre. Antonio Machado
Que dos y dos sean necesariamente cuatro, es una opinión que muchos compartimos. Pero si alguien sinceramente piensa otra cosa, que lo diga. Aquí no nos asombramos de nada. Antonio Machado
 
Aquí les dejo unos poemas de otro grande de nuestros poetas de Antonio Machado.
(¯`•¸·´¯) -BrujaCharra29- (¯`·¸•´¯) 2013

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